Bichos raros los crustáceos…
En primer lugar, los crustáceos
son uno de los grupos zoológicos con mayor éxito biológico, tanto por el número
de especies vivientes como por la diversidad de hábitats que colonizan; dominan
los mares, como los insectos dominan la tierra…
En segundo lugar, están llenos de características
increíbles. Las langostas, por ejemplo, crecen por mudas (ecdisis), nombre que
se le da al proceso por el cual se deshacen de su exoesqueleto duro e
inflexible. Mientras la langosta crece, el caparazón se vuelve una gran
limitante y la langosta se siente bajo mucha presión, incómoda. Se va,
entonces, debajo de una formación de piedras para protegerse a sí misma del
territorio de predadores y deja su caparazón y produce uno nuevo, más apropiado
para su nuevo tamaño. Eventualmente ese caparazón también se vuelve limitante e
incómodo, por lo que la langosta se ve obligada a repetir este proceso a lo
largo de toda su vida. Pareciera que no hay límite para el crecimiento de la langosta.
Los langostinos son oportunistas a la hora de alimentarse (lo que quiere decir que te comerían si tuvieran la oportunidad) y son muy sensibles
a los cambios del ambiente.
Y "camarón que se duerme se lo lleva la corriente"… y el hecho
de que su corazón esté ubicado en su cabeza también impresiona un poco…
Pero el más interesante de los crustáceos debe ser el
Cangrejo, enaltecido por la toda poderosa sabiduría popular en la frase “Pensar
en la Inmortalidad del cangrejo”. Verán, pensar en la inmortalidad del cangrejo
hace referencia a un individuo en estado de contemplación del mundo y de la
vida. Se usa a menudo para indicar que una persona está distraída fantaseando
sobre algo o para sacar a esa persona de esa ensoñación. Hay varias
explicaciones acerca de a qué hace referencia este dicho, dos de las cuales
merecen ser difundidas.
Una de las explicaciones tiene como punto de partida la
falta de conciencia de sí mismo que tiene el cangrejo. Hablar sobre la Inmortalidad
del Cangrejo implicaría debatir acerca de cómo, en realidad, no existe cangrejo
que no se crea inmortal, porque no existe cangrejo que tenga conciencia de sí mismo
y de su propio fin. Hasta donde él sabe y le interesa, es inmortal.
Pero luego hay otra explicación, tal vez un poco más compleja
que la anterior pero no menos interesante, que afirma que, como todos los
cangrejos son iguales, puesto que no adquieren a lo largo de su vida experiencias
y saberes que los diferencien unos de otros y que les confieran una identidad y
una personalidad únicas, todos los cangrejos son el mismo cangrejo, por lo que
hasta que la especie o el mundo se extingan (lo que pase primero), EL cangrejo
es inmortal.
Bichos raros los crustáceos. Tan raros que los podemos usar para describir
y definir al ser humano tanto en sus similitudes como en sus diferencias con
ellos. Tomemos, por ejemplo, esta última cuestión: que todos los cangrejos
son un solo cangrejo. Complejo, ¿no es así? Para una raza alienígena que
viniera a observar la tierra y que tuviera ese criterio para enumerar las cosas
(a saber: que para diferenciar dos individuos entre sí deben tener
representaciones, experiencias y saberes distintos), los cangrejos serán, efectivamente,
uno sólo. Pero ¿Qué pasaría con la raza humana? Evidentemente es fácil
constatar que hay tanta multiplicidad de experiencias como humanxs pisan la
tierra. Incluso lxs que ya no están con nosotrxs son increíblemente únicos. Y
la prueba de esto, a nuestro entender, es la literatura.
Para nosotras, la literatura es una forma de plasmar en un
medio único y duradero (inmortal, si se quiere) las miles de voces y vidas que
pisaron esta, nuestra tierra. La lengua escrita es un grito de victoria de la
humanidad sobre el tiempo, y es el documento vivo de nuestro pasaje por el
mundo. Ella nos permite dialogar con nuestro pasado y llevar a cabo lo que tal vez es la piedra fundacional de nuestra cultura
humana: la creación de realidades inexistentes. Pero en este tiempo
regido por la inmediatez, lejos están los días en donde la lectura servía de
experiencia emancipadora. En la era de la pantalla y del zapping, pareciera no haber lugar para la demora que requiere una
lectura atenta.
Es por eso que creamos este espacio. Para practicar y
difundir la necesidad que existe de una lectura crítica de los testimonios de
nuestro pasado, plasmados en libros.
La lectura de ficciones (que, si te lo pones a pensar no son
tan ficciones) requiere su tiempo y para eso creamos este espacio, para prestar
la oreja al pasado y ver qué tiene para decirnos sobre nuestra naturaleza,
sobre nuestro tiempo y sobre el suyo.
Pero así como el
estímulo que le permite a la langosta crecer es sentirse incómoda, nos
proponemos dar un paso más y restablecer el diálogo perdido con aquel pasado,
cuestionándolo en una experiencia conjunta, donde cada opinión cuente y cada
punto de vista sume (y quién sabe, tal vez en algún futuro dialoguemos con el
presente). Este espacio parte de la idea de que los tiempos de estrés,
de cuestionamiento, de incomodidad son también tiempos que potencian el
crecimiento.
Generar espacios de incomodidad a través de los cuales
podamos ampliar nuestro entendimiento de las cosas, los estados y los matices
de la realidad humana, tan extensa, tan compleja y tan llena de contradicciones
que apenas podemos empezar a pensarla, es uno de los objetivos principales de
esta página.
Así que ¡vení y sumate! Porque participar en conjunto de la
lectura significa tanto ser parte como tomar parte. El aprendizaje, el
verdadero crecimiento se produce en
la situación porque es ella quien produce o no nuevas formas de comprensión.
Estimulemos nuestro crecimiento como las langostas; seamos
sensibles a los cambios de la época y devoremos todo lo que podamos, como los
langostinos; no dejemos que nos lleve la corriente y tengamos siempre el
corazón y el cerebro bien juntos, como los camarones. Pero sobre todo seamos
como los Cangrejos, que nos dan una lección de vida al dejarnos fantasear sobre
su supuesta inmortalidad mientras nos cuestionamos nuestra existencia y lo que
realmente implica ser únicx.
Hagamos de la lectura una experiencia, en la que nos movilice una búsqueda activa y genuina de nuevas comprensiones. Pensar la lectura
en conjunto como una posibilidad de abrirnos a la novedad, a lo
incierto, produciendo así una implicación mutua de todxs nosotrxs.
Esperamos que compartan este viaje literario con nosotras.
La Tertulia del Cangrejo.
Esperamos que compartan este viaje literario con nosotras.
La Tertulia del Cangrejo.
¡Muy bueno! Gracias.
ResponderBorrar¡Gracias a vos, Jorge! Dentro de poco vamos a estar subiendo las reseñas, ¡esperamos que te gusten!
ResponderBorrarLa Tertulia